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La espiral del silencio

El surrealismo

El surrealismo La palabra surréalisme es un término de origen francés compuesto del prefijo sur y el nombre réalisme. La primera vez que aparece es en el título de la obra de Apollinaire "Las tetas de Tiresis. Drama surrealista". Su traducción sería algo así como "superrealismo" o "sobre el realismo". De esa forma querría dar a entender el arte que está más allá de la realidad. De hecho en un principio la traducción española citaba "Superrealismo" o "Sobrerealismo". Hoy día ha permanecido el término Surrealismo, que no se debe confundir en la traducción española como "subrealismo", lo cual distorsionaría completamente el sentido de la palabra.

Ayer viendo una entrevista al escritor y publicista Frédéric Beigbeder en una televisión local le preguntaron: "¿Qué es el surrealismo?" La respuesta del autor de 13'99 o El amor dura tres años fue tan sencilla e impactante como sus obras: "Hoy dia, en este mundo, el surrealismo lo es todo".
Este francés de 38 años me parece un hombre intrigante y que siempre me hace pensar con sus libros, pero esas escuetas palabras lo hicieron aún más.

Actualmente el surrealismo se extiende más allá del arte, la literatura o el cine, lo que nació siendo la creación intelectual de unos cuantos románticos franceses ha crecido hasta implantarse como un valor propio de nuestra sociedad. Porque no podemos negar que dentro de nuestras actitudes y acciones se esconde cierta pasión por el mundo ilusionante de los surrealistas del siglo XX.
El surrealismo tiene una mezcolanza de cinismo, grandes dosis de humor y mucha pero que mucha hipocresía, es una supuesta actitud de rebeldía contra la moralidad, la actitud reguladora de la razón o las normas estéticas imperantes. Es surreal que un pretendido antiglobalizador se comuniqué a través de internet, pero en la realidad lo hace, también lo es que ciertos sectores apoyen la acción militar pero exijan paz y libertad para todos, etc.

¿Pero este concepto de surrealismo encaja con el que pensaron sus creadores? La verdad es que no.

Tanto André Breton como Guillermo Apollinaire no señalarían como surreales a los revolucionarios, a los defensores de la moralidad o de la verdad, posiblemente los nombrarían de otra manera para no ensuciar con la hipocresía de sus actitudes este pulcro concepto independiente de la razón, la moralidad y la estética del hombre del siglo XX y XXI.
Porque como dijo Breton: "Hay un hombre a quién la ventana ha partido por la mitad" Sí, eso si es surreal.

2 comentarios

Juaqnui -

Pues muchas gracias por tus alabanzas, solo pretendo dar a conocer mi punto de vista sobra la situación actual.

Nemosine -

¡Por fin alguien que sabe lo que dice y dice algo! Gracias. Sigue contándonos cosas, las leeré con interés.